El Principio De La Paternidad Myles Munroe

¿Qué significa ser un padre? ¿Cuál es el propósito y el destino de Dios para cada hombre? ¿Cómo puede un hombre reflejar la naturaleza de Dios en la vida de los que lo rodean? Estas son algunas de las preguntas que el Dr. Myles Munroe, autor de éxitos de ventas y líder mundial, responde en su libro El principio de la paternidad: la prioridad, posición, y función del varón .

En este libro, el Dr. Munroe revela el diseño original de Dios para el hombre y su llamado a ser padre en el sentido más amplio de la palabra. No se trata solo de reproducir hijos biológicos, sino de ejercer una influencia positiva y transformadora en las personas que nos rodean. Se trata de reflejar el carácter creativo y cultivador de Dios en todas las áreas de la vida.

El Dr. Munroe explica con claridad y persuasión cómo un hombre puede convertirse en fuente, nutridor, sustentador, protector, maestro, discipulador, líder, cabeza, cuidador y desarrollador. El principio de la paternidad provee pautas prácticas para cumplir con el rol de paternidad que Dios nos ha dado, mostrándonos cómo:

Ser el fundamento sólido de tu familia
Ser fuerte aun en las tormentas de la vida
Satisfacer las necesidades de las mujeres
Desarrollar el potencial y los dones de los hijos
Encontrar la visión para tu vida
Identificar los cinco propósitos vitales del varón

Este es un libro tanto para los hombres como para las mujeres, porque cuando un hombre cumple con su propósito dado por Dios, toda la familia se enriquece. ¡Toda mujer también debería leer este libro! Descubre el plan original de Dios para los hombres y entra en tu verdadero propósito en la vida.

El diseño de Dios para el hombre

¿Cómo podemos entender el principio de la paternidad? Para responder esta pregunta, debemos remontarnos al origen del hombre y al diseño de Dios para él. El hombre fue creado por Dios a Su imagen y semejanza, con el propósito de gobernar y administrar la tierra que Dios le había dado . El hombre no fue creado para estar solo, sino para tener una compañera que fuera su ayuda idónea: la mujer. Juntos, el hombre y la mujer debían multiplicarse y llenar la tierra con su descendencia .

El hombre, como imagen de Dios, tenía la capacidad de reflejar el carácter y la naturaleza de Dios en la tierra. Dios es un Padre, y el hombre fue creado para ser padre también. Ser padre significa ser fuente, origen, generador, proveedor y sustentador de vida. Ser padre significa ser líder, autoridad, cabeza y protector de los que están bajo su cuidado. Ser padre significa ser maestro, mentor, guía y modelo para los que siguen sus pasos. Ser padre significa ser cuidador, sanador, restaurador y desarrollador de los que necesitan su ayuda. Ser padre significa ser creativo, innovador, emprendedor y cultivador de los recursos que Dios le ha dado.

El destino de Dios para el hombre

¿Cuál es el destino de Dios para el hombre? ¿Qué quiere Dios que el hombre haga con su vida? El Dr. Munroe afirma que el destino de Dios para el hombre es cumplir con los cinco propósitos vitales que Él le ha dado: dominio, fructificación, multiplicación, llenar y subyugar . Estos propósitos implican que el hombre debe ejercer su autoridad sobre la creación de Dios, producir frutos de calidad en todas las áreas de su vida, reproducir su imagen y semejanza en sus hijos y discípulos, llenar la tierra con su influencia y cultura, y subyugar o administrar los recursos que Dios le ha confiado .

El Dr. Munroe explica que estos propósitos no son opcionales ni negociables, sino que son el mandato original de Dios para el hombre desde la creación . Sin embargo, el hombre perdió su posición y su propósito cuando pecó y se alejó de Dios. El pecado trajo consecuencias devastadoras para el hombre y su familia: maldición, dolor, conflicto, muerte y separación de Dios . Pero Dios no se olvidó de su plan para el hombre, sino que envió a su Hijo Jesucristo para restaurar al hombre a su relación y propósito original . Jesucristo vino a morir por nuestros pecados y a resucitar para darnos vida eterna. Él vino a reconciliarnos con Dios y a hacernos hijos de Dios. Él vino a darnos una nueva identidad y un nuevo destino.

El desafío de la paternidad

¿Qué impide al hombre cumplir con su destino de ser padre? ¿Qué obstáculos y dificultades enfrenta el hombre en su rol de padre? El Dr. Munroe identifica algunos de los desafíos más comunes que el hombre debe superar para vivir el principio de la paternidad: la ignorancia, la falta de modelos, la herencia negativa, la presión social, la crisis de identidad, el egoísmo, el abandono y el abuso . Estos desafíos pueden afectar la autoestima, la confianza, la seguridad y la autoridad del hombre, y pueden impedirle desarrollar su potencial y su propósito.

El Dr. Munroe ofrece soluciones bíblicas y prácticas para ayudar al hombre a vencer estos desafíos y a restaurar su identidad y su autoridad como padre. Él enseña que el hombre debe conocer su origen divino, su valor intrínseco, su propósito eterno y su destino glorioso . Él anima al hombre a buscar a Dios como su Padre celestial, que lo ama, lo acepta, lo perdona, lo corrige y lo capacita para ser padre. Él también exhorta al hombre a buscar modelos positivos de paternidad, a romper con las maldiciones generacionales, a resistir las mentiras culturales, a renunciar al egoísmo, a asumir su responsabilidad y a sanar sus heridas emocionales.

El testimonio de la paternidad

¿Cómo podemos vivir el principio de la paternidad en la práctica? ¿Qué ejemplos podemos seguir para ser padres según el diseño de Dios? El Dr. Munroe nos invita a mirar a Dios mismo como nuestro modelo supremo de paternidad . Dios es nuestro Padre celestial, que nos creó a su imagen y semejanza, que nos amó tanto que envió a su Hijo para salvarnos, que nos adoptó como sus hijos y nos dio su Espíritu Santo, que nos provee todo lo que necesitamos para la vida y la piedad, que nos corrige con amor y nos disciplina para nuestro bien, que nos enseña con su Palabra y nos guía con su voz, que nos protege con su poder y nos consuela con su presencia, que nos capacita con sus dones y nos llama a su servicio, que nos bendice con sus promesas y nos prepara un lugar en su gloria.

El Dr. Munroe también nos anima a imitar a Jesucristo como nuestro ejemplo perfecto de paternidad . Jesucristo es el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre, que vino a revelarnos al Padre y a hacer su voluntad. Jesucristo es el Maestro y el Señor, que vino a servir y no a ser servido. Jesucristo es el Pastor y el Cordero, que vino a dar su vida por sus ovejas. Jesucristo es el Rey y el Siervo, que vino a establecer su reino de justicia y paz. Jesucristo es el Salvador y el Juez, que vino a perdonar nuestros pecados y a juzgar al mundo. Jesucristo es el Camino y la Verdad y la Vida, que vino a mostrarnos el camino al Padre y a darnos vida abundante.

El desafío de la paternidad

La revelación de la paternidad

¿Cómo podemos conocer el principio de la paternidad? ¿Qué fuentes nos revelan el diseño y el destino de Dios para cada hombre? El Dr. Munroe afirma que el principio de la paternidad se revela en tres fuentes principales: la creación, la Biblia y el Espíritu Santo . Él dice que la creación nos muestra el poder y la sabiduría de Dios como Padre, que hizo todas las cosas por su palabra y las sostiene por su amor. Él dice que la Biblia nos muestra el plan y la voluntad de Dios como Padre, que nos habla a través de su palabra y nos revela su propósito para nuestra vida. Él dice que el Espíritu Santo nos muestra la presencia y la gracia de Dios como Padre, que mora en nosotros y nos guía a toda verdad.

El Dr. Munroe recomienda que para conocer el principio de la paternidad, debemos estudiar la creación, meditar en la Biblia y orar en el Espíritu Santo . Él sugiere que al estudiar la creación, podremos apreciar la grandeza y la bondad de Dios como Padre, que nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir. Él sugiere que al meditar en la Biblia, podremos entender el carácter y el carácter de Dios como Padre, que nos ha dado sus mandamientos y sus promesas para obedecer. Él sugiere que al orar en el Espíritu Santo, podremos experimentar la intimidad y el poder de Dios como Padre, que nos ha dado su Espíritu y sus dones para servir.

La aplicación de la paternidad

¿Cómo podemos aplicar el principio de la paternidad en nuestra vida? ¿Qué pasos debemos seguir para ser padres según el corazón de Dios? El Dr. Munroe propone cuatro pasos básicos para aplicar el principio de la paternidad: reconocer, restaurar, renovar y reproducir . Él explica que debemos reconocer nuestra necesidad de Dios como nuestro Padre celestial, que nos ha creado y nos ama incondicionalmente. Él explica que debemos restaurar nuestra relación con Dios como nuestro Padre celestial, que nos ha perdonado y nos ha reconciliado consigo mismo. Él explica que debemos renovar nuestra mente con Dios como nuestro Padre celestial, que nos ha transformado y nos ha renovado por su palabra. Él explica que debemos reproducir nuestra imagen con Dios como nuestro Padre celestial, que nos ha hecho semejantes a él y nos ha comisionado para ser sus representantes.

El Dr. Munroe asegura que al aplicar estos pasos, podremos vivir el principio de la paternidad en todas las áreas de nuestra vida . Él asegura que podremos ser padres efectivos en nuestra familia, en nuestra iglesia y en nuestra sociedad. Él asegura que podremos generar, cultivar y liberar el potencial de vida en nosotros mismos y en los demás. Él asegura que podremos glorificar a Dios y extender su reino en la tierra.

La bendición de la paternidad

En este libro, el Dr. Myles Munroe nos ha mostrado el principio de la paternidad como el diseño y el destino de Dios para cada hombre. Nos ha enseñado que la paternidad es mucho más que una mera reproducción de hijos, sino que es la capacidad de generar, cultivar y liberar el potencial de vida en todas las esferas de la existencia. Nos ha invitado a conocer, vivir y aplicar el principio de la paternidad en nuestra vida personal, familiar y social. Nos ha desafiado a ser padres según el corazón de Dios, reflejando su naturaleza, cumpliendo su propósito y extendiendo su reino.

Al hacerlo, nos ha bendecido con una visión profunda y práctica para ayudarnos a ser hombres felices y exitosos, que honran a Dios y bendicen a la humanidad. Nos ha bendecido con una revelación poderosa y transformadora para ayudarnos a ser hombres fuertes y sabios, que aman a Dios y sirven a los demás. Nos ha bendecido con una inspiración divina y eterna para ayudarnos a ser hombres santos y gloriosos, que adoran a Dios y heredan su reino.

Que esta bendición sea nuestra porción, en el nombre de Jesús. Amén.

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